En la medida en que el ser humano establece relaciones de admiración, respeto y cuidado con el medio ambiente es capaz de servirse de él para su desarrollo integral. Esto supone conocerlo y valorarlo, interviniendo en él positivamente. Exige la educación de los sentimientos, la capacidad de observación y de compromiso con su conservación.  Se busca que las y los estudiantes desarrollen una conciencia responsable ante la naturaleza y el medio ambiente.

Esta dimensión permite crear las condiciones para el desarrollo de una sana conciencia ecológica y medio ambiental, basada en el reconocimiento y respeto de los derechos de la naturaleza, la pertenencia de los seres humanos a ella, y la necesidad del cultivo de un ambiente adecuado para el desarrollo de las condiciones necesarias para la conservación y reproducción de la vida de todos, todas y todo. Por esta vía, se contribuye al desarrollo de una visión holística de la vida en la que todo ser viviente es importante y merece respeto.

Esta dimensión aporta al desarrollo de las Competencias Fundamentales propuestas en el diseño curricular actualizado y revisado desde la competencia específica Valoración de la vida y la dignidad humana en apertura a la trascendencia.